¡Cuidado con lo que piensas y con lo que temes!
¡Cuidado con lo que piensas y con lo que temes!
Una historia presentada en el libro CARTAS A PEDRO, GUIA PARA UN PSICOTERAPEUTA QUE EMPIEZA de LORETTA CORNEJO, en la que un hombre se convence a sí mismo de no poder tener hijos y se causa solo un problema.
Introducción
En el libro CARTAS A PEDRO, GUIA PARA UN PSICOTERAPEUTA QUE EMPIEZA de LORETTA CORNEJO
aparece un caso interesante de un hombre que “no podía tener hijos”.
La historia iba más o menos así: el hombre siempre había tenido la sensación de ser estéril aunque no había motivo alguno para que tuviera esa determinación.
Se casó y su esposa y él trataron de tener hijos, pero no podían. Eso hizo
que el hombre se convenciera de que era incapaz de tener hijos.
Unos años después se realizó estudios y resultó que tenía
espermatozoides escasos y lentos.
¿Tratamiento efectivo?
Un poco después, un médico amigo suyo lo atendió en consulta y le dio unas pastillas (que según el médico eran
extremadamente buenas), le dijo que las tenía que tomar todo un mes y repetir
las pruebas.
El
hombre siguió el tratamiento, se hizo el estudio de nuevo y resultó que ya tenía un buen conteo de
espermatozoides.
Al
cabo de doce meses, la esposa del hombre trajo a la vida a su primer hijo.
El
hombre no había vuelto a tocar el tema con el médico, pero un día al estar con
él le dio las gracias por la ayuda. Entonces su amigo le dijo que lo que le
había dado eran cápsulas para el dolor de cabeza.
¿Lo
pueden creer? Unas pastillas para el dolor de cabeza bastaron para que el
hombre dejara su creencia de que era estéril, se convenciera a sí mismo de que
podía tener hijos y su cuerpo produjera más espermatozoides.
Por
eso, hay que tener cuidado con lo que pensamos y con lo que tememos. A veces tememos
tanto algo, pensamos todo el tiempo en ello y terminamos produciéndolo para
nuestra desgracia; ya en otro tema hablaremos de la profecía autocumplida.
El miedo hace que se produzca lo que se
teme.
Viktor Frankl
Bibliografía:
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